LA DIVERSIDAD ES VIDA
Nuestro proyecto de intervención social dirigido a personas con diversidad intelectual del Barrio de La Fuensanta de Córdoba.
La sociedad nace diversa, crece y se desarrolla, o no, durante la senda por la que camina cada persona. En concreto destacamos la perspectiva de aquella parte de la ciudadanía que a día de hoy permanece invisible a ojos del resto de la población. Hablamos del colectivo de personas con discapacidad intelectual. A continuación desarrollaremos nuestra visión sobre el mismo en el Barrio de La Fuensanta en Córdoba, tras realizar un proyecto de intervención social sobre el mismo durante un curso escolar.
La principal problemática con la que nos topamos durante la investigación , es la nula participación de personas con diversidad intelectual en la sociedad, y más aún de una forma normalizada e integrada en el modelo de relación y comunicación comunitario. Lo que afecta a más ámbitos de los que podemos imaginar. De esto radica la falta de relaciones sociales, el escaso desarrollo de las habilidades sociales y la exclusión social de este colectivo, disgregando la sociedad en sectores y generando una actuación que pierde energía al dividirse como hemos dicho en colectivos o grupos sociales.
Actividades en espacios públicos realizadas por la Asociacion Arquímedes |
Otra problemática que sufre este colectivo es la infantilización por parte de los familiares más cercanos, padres/madres, hermanos/as, abuelos/as, etc. Cabe destacar que infantilizar a alguien hace que el desarrollo de éste se vea afectado negativamente haciendo que tanto sus habilidades sociales como transversales se vean mermadas y nunca llegando a tener autonomía. Los usuarios de este colectivo, además de lo antes mencionado también ven afectada su vida laboral, más de lo que ya está, debido a su condición social de vulnerabilidad. Muchas personas suelen tener problemas para encontrar empleo o incluso mantenerlo. La empleabilidad de dicho colectivo es baja,viéndose obligados a usar sus capacidades tanto con su entorno como con ellos mismos, ya que el trabajo es de las mayores fuentes de dignificación que las personas podemos tener en la sociedad actual. No sólo este problema se ve afectado en la vida laboral de las personas, sino que también afecta a su vida social haciendo que sea más difícil para ellas que puedan relacionarse con su entorno o incluso llegar a tener dificultades es el ámbito de una relación romántica-sexual.
Un exceso de paternalismo y sobreprotección hacia la
persona con discapacidad puede generar actitudes infantiles o un proceso lento
para alcanzar la madurez cognitiva. A raíz de ésto se llega a la
sobreprotección que hemos detectado en la mayoría de las familias. Lo que hace retroceder a este colectivo en
todos los aspectos de su vida. En el sistema educativo, por ejemplo, se les
permite pasar de curso sin haber adquirido los conocimientos necesarios por el
hecho de que sienten compasión hacia ellos o por el hecho de “ayudarlas”. Muchas familias no motivan el desarrollo de las personas con
discapacidad por lo que muchos ámbitos como el empleo tienen carencias. El colectivo, el día de mañana, quieren ( y deben) tener
su propia familia, su trabajo, su casa… y es la misma familia las que tiene
miedo, por lo que es muy importante la concienciación, ya que repercute en la
toma de decisiones en su vida y al autoconcepto que se tiene de uno mísmo en el
futuro.
Desde la perspectiva de género un tema donde hemos detectado carencias importantes sería la sexualidad y el acoso sexual en mujeres con discapacidad intelectual. Tanto por parte de la sociedad como de su entorno más cercano podemos observar como en el caso de la sexualidad no se le brinda una educación plena que les permita poder desarrollarse o crecer en este ámbito (porque las personas con discapacidad también tienen derecho a disfrutar de su sexualidad libremente). Hilandolo con el acoso sexual podemos ver que en la mayoria de los casos los familiares no quieren que vivan esta sexualidad ya que temen a que padezcan acoso, sobre todo en las mujeres que son las que más lo sufren estadísticamente. Por eso nosotros como integradores queremos hacer ver a la sociedad que la sexualidad en mujeres con discapacidad existe y que sufren doble discriminación tanto por ser mujeres como por ser personas con discapacidad intelectual.
Otro problema sería la falta
de asociaciones que no pueden abarcar las
necesidades de toda la población de personas con discapacidad intelectual y de
pequeñas asociaciones sin recurso alguno para realizar actividades mínimas.
Se demuestra así la real necesidad de que existan o se
promuevan soluciones para el aumento de
recursos para estas personas , ya que al pertenecer a una sociedad
igualitaria, entendemos que todos debemos tener los mismos derechos y
oportunidades como personas, y lamentablemente las personas con diversidad
intelectual se encuentran en gran
desventaja del resto de los ciudadanos, ya que carecen de no sólo recursos,
si no también de la atención que merecen como seres humanos.
Es importante
levantar la mirada hacia una perspectiva más amplia, teniendo en cuenta a
aquellas personas que en la sociedad, por diversos motivos viven sumergidas bajo el fango de los prejuicios de los demás, los
cuales han perjudicado a la evolución y crecimiento de estos durante años.
Pese a todos los
avances que hemos conseguido lograr, este colectivo aún necesita de una mayor integración, sobre todo en lo que
se refiere a la vida social y laboral,
siendo ésta una base de dignidad para cualquier ser humano. Es por ello que nosotros
como integradores sociales hemos
detectado unas carencias que nos han impulsado a realizar nuestro proyecto
de intervención “Diversificando un cambio” en el que mediante los objetivos
planteados queremos lograr cubrir la
mayoría de necesidades de dicho colectivo y sensibilizar
a la población de sus problemas. Estamos a
disposición para cualquier consulta sobre nuestro proyecto e investigación.
Si deseáis obtener más información
sobre nuestro proyecto, podéis hacerlo a través de este correo de contacto.
Rocío Hernández Vázquez, Inmaculada Pérez Rodríguez, Adrián Hidalgo Montes, Lucía Herrerías Morales, Andrea León Casado, alumnos-as de 1º CFGS de Integración Social de Tarde.
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