Mola: Jorge, Agustín y Antonio
y lo que su escritora no nos contó hasta que tuvo que subir a recoger su cheque
Es completamente lícito usar un pseudónimo. Completamente lícito. Tampoco es nuevo que las palabras que salen de la inventiva de una mujer se hagan públicas a través de un nombre de hombre para poder ser publicadas. Son recursos que se llevan usando desde siempre prácticamente. Pero dentro de lo que es usar un pseudónimo, no está el crear una persona ficticia detrás, ni que responda a entrevistas o que tenga un trabajo. Un pseudónimo solo cumple la función de proteger la identidad de la autoría. Crear un personaje que interactúa con la prensa, que tiene incluso un trabajo como profesora en Madrid y que tiene tres hijos es querer tomarnos el pelo. Este es el caso del Premio Planeta 2021 con la obra “La Bestia”, de Carmen Mola, que han resultado ser tres señores guionistas y escritores que se pusieron de acuerdo y hartos de no triunfar como esperaban, inventaron a esta Carmen, para que creara más impacto. Un impacto de un millón de euros, que es la cuantía del premio. Cuando una mujer ha usado un pseudónimo masculino, ha sido por la circunstancia de que si no eras un hombre, no te publicaban. Ahí están los casos de Louisa May Alcott, que firmaba como A.M. Barnard su obra Mujercitas, Mary Shelley, que lanzó Frankenstein desde el anonimato, Emily Brontë junto a sus hermanas firmó sus Cumbres Borrascosas como Ellis Bell y como ejemplo más actual, J.K Rowling (Harry Potter), que ocultó su nombre por cuestiones de publicidad y que en su obra El canto de cuco, usó el nombre Robert Galbraith.
¿Cuál es el propósito de esta performance? ¿Que si no es una autora no hubiera ganado el premio o que se discrimina a los hombres en favor de las mujeres? ¿La obra es buena per sé o ha tenido el empujón femenino? Es como si al recoger el premio, los autores hubieran dicho: “Ñe-ñe os la hemos colado”. Además, cuando le preguntaron a “ella” en una entrevista por qué Carmen Mola era un pseudónimo (rizando el rizo), declaró “que no quería que su madre o cuñadas supieran que se le ocurría escribir sobre alguien que mata a una chica perforándole el cráneo para meterle larvas de gusano...” Qué femenina, esta Carmen. Este verano le preguntaron qué libros se llevaría a la playa, y recomendó uno de los libros que ha escrito uno de los tres autores detrás de su propio pseudónimo. Recomendándose así mismo. Muy bien, campeón.
Lo que más me ofende de todo esto, es que era algo completamente innecesario y que resulta una burla a todas las mujeres que a lo largo de la historia han tenido que ocultar su identidad o usar la de sus maridos para presentar sus trabajos literarios, científicos, artísticos... por necesidad, por opresión social. ¿Y ahora esto? Si le encontráis la lógica o la gracia, hacédmelo saber, que a lo mejor me estoy perdiendo algo.
Dentro de todo este tema también hay algo que me resulta muy curioso, y es que aparte de la polémica de si es ético o no lo que han hecho (aunque yo lo tengo clarísimo), resulta que hay quien antes de que saltara la liebre, afirmaba que el texto no venía de una mujer, que tenía la sensación de que estaba escrito por un hombre. Y eso sí me resulta interesante. Si leemos un texto, así, sin saber quién lo ha escrito ¿sabríamos identificar si lo ha escrito un hombre o una mujer? Podríamos poner un ejemplo a ver vosotros lectores, qué opináis:
Vosotras
que sabéis lo que es el amor,
decidme,
mujeres, si es lo que siento en mi corazón.
Os
diré lo que siento,
para
mí es nuevo y no lo puedo entender.
Siento
un afecto lleno de deseo,
que
tan pronto es placer como un martirio.
Me
hielo y luego siento que se me enciende el alma,
y
al cabo de un momento me vuelvo a helar.
Busco
un bien fuera de mí,
no
se quién lo tiene, no se qué es.
Suspiro
sin querer,
palpito
y tiemblo sin saber.
Ni
de día ni de noche encuentro la paz,
y
sin embargo me gusta languidecer así.
Vosotras
que sabéis lo que es el amor,
decidme,
mujeres, si es lo que siento en mi corazón.
En el siguiente vídeo veremos la representación original de este texto:
https://youtu.be/LEXPLvDNW00
Verónica Alonso Fernández
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