NO ME QUIERO SENTIR CULPABLE DE SENTIR. Parte I: Día Mundial Contra la Depresión

No me quiero sentir culpable de sentir. Parte I.

DÍA MUNDIAL CONTRA LA DEPRESIÓN

La depresión grave afecta a 230.000 personas en toda E.

En 2020, se sitúa en 5,4% la población con algún tipo de cuadro depresivo, son 2,1 millones de personas. Atendiendo a la severidad de la sintomatología, 230.000 se consideran graves.

El 13 de enero se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno emocional que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.

Entre los principales rasgos característicos de la depresión encontramos tristeza cronificada, perdida de interés o placer en las actividades de la vida cotidiana (anhedonia), aislamiento, trastornos del sueño y del apetito, falta de concentración y sensación de cansancio.

No se trata de una simple decaída del estado de ánimo o emocional, ya que puede condicionar la aparición de otros trastornos como estrés, fobia, ansiedad, trastornos obsesivos y en el peor de los casos, conducir al suicidio.

Cualquier persona es susceptible de pasar por un episodio depresivo, que puede resultar imperceptible en muchos casos.

La depresión es un trastorno que se puede diagnosticar a tiempo, es imprescindible que realicemos ejercicios de autocuidado y autoconocimiento y busquemos orientación profesional si fuera necesario. Puede que algunas personas consideren inútiles los procesos personales de gestión emocional y puede que en ocasiones, logren que los demás también los veamos así.

¿Para qué tratar de buscar una autonomía personal y un individualismo sano en esta sociedad tan compulsivamente enfermiza? 

A veces esta tarea es difícil. No te centres en que sea necesaria ni relevante, simplemente valora que la estás realizando. Eso es lo importante.

No creo que haya bases sólidas de dogmas sobre la salud mental. Estoy harta de positivismo tóxico y de normalizar que tu vecina la del quinto intentase suicidarse ayer. Aristóteles decía que la felicidad es una actividad, lo cual culpabilizaba injustamente a los que no podían sonreír por la calle. Hay miles de personas que están sufriendo, gente que no se merece nuestra compasión ni nuestro paternalismo cuerdo, se merece nuestra atención, nuestro apoyo y nuestra vocación de profesionales de lo social.

Yo digo que no existen colectivos segregados de personas locas, todxs convivimos como sociedad y dentro de ella, existen vacíos que forman bucles dentro de personas tristes y sensibles, que hacen puentes internos entre sus traumas y algunos de sus peores miedos.

Escúchate, date tiempo para procesar las señales que te envía tu mente y tu cuerpo y presta el tiempo que puedas a escuchar las de los demás.

Alma de No-Louis Cañuelo